(Esta receta estaba subida en mi blog de belleza, por eso veis la marca de agua del blog, pero las fotografías y texto son míos, he movido todas las recetas del otro blog a este para tenerlas recopiladas).
Hoy os traigo una receta sencilla y muy rica para los días de Navidad que vienen. Me encantan hacer galletas todas las épocas del año, pero especialmente en Navidad. Hoy os traigo una idea muy fácil que quizás os apetezca probar.
1 huevo.
50 gramos de mantequilla.
125 gramos de harina.
60 gramos de azúcar blanco.
Un chorro de extracto de vainilla
Opcional: canela.
*Podéis sustituir los 60 gramos de azúcar blanco por 60 gramos de azúcar avainillado y suprimir el chorrito de extracto de vainilla de esta manera.
Elaboración
- Batimos un huevo, utilizaremos la mitad.
- A la mitad del huevo batido le añadimos el azúcar y lo mezclamos bien.
- En un bol echamos la harina, hacemos un hueco en el centro y añadimos allí la mezcla de huevo + azúcar, la mantequilla, una pizca de sal y la canela (si decidís echarla.
- Mezclamos todos los ingredientes con la punta de los dedos, poco a poco,hasta que estén todos integrados. Al principio obtendréis una masa muy pegajosa pero seguid amasando hasta que podáis despegarla con facilidad del bol y formar con ella una bola más o menos compacta.
- Envolved la bola de masa en film o un paño seco y metedla en el frigorífico a reposar durante una hora.
- Transcurrido ese tiempo, extended la masa con un rodillo, dejando el grosor que os guste (ni muy fino ni muy gordo para que el horneado sea adecuado) y elegid el cortador que más os guste para crear vuestras galletas. Yo elegí un árbol de navidad y florecillas.
Colocad las galletas en la bandeja del horno sobre papel vegetal o papel de aluminio. Yo marqué unos círculos con una herramienta de modelar para después rellenarlos con mermelada de fresa y simular las bolas de adorno del árbol de Navidad (podéis usar otro tipo de sirope, o esperar a que estén horneadas y echar chocolate cuando hayan enfriado).
También podéis dejarlas tal y como están.
- Horneamos a 180-190 grados a media altura, con calor arriba y abajo durante unos 20 minutos (vigilad a los 15 minutos, en algunos hornos será suficiente).
- Sacamos las galletas y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Y ya las tenemos listas para acompañarlas con un café, un té o lo que más os apetezca. Están riquísimas y son muy fáciles de hacer.
Si os animáis espero que me lo enseñéis. ¡Hasta la próxima!
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