27.6.18

Dónde comer en... │ Comillas

¡Buenos días cocinillas! Hoy vuelvo con otra guía gastronómica para recomendaros algunos sitios en los que comer esta vez en Comillas. Hace unos días estuve pasando el fin de semana con mi chico en esta villa cántabra. Fuimos a celebrar nuestro aniversario y os pregunté en mi cuenta de Instagram si os apetecía conocer mi opinión sobre los sitios que me habían gustado para recargar las pilas y el estómago, así que vamos a ello ;).




¿Dónde comer en Comillas?


Comillas es un pueblo de Cantabria considerado como uno de los más bonitos de la Comunidad autónoma. Yo había estado hace más de 10 años y no recordaba muchas cosas así que me ha encantado volver y pasear por sus calles. Está muy bien para hacer una escapada ya que nos ofrece playa para desconectar y tostarnos al sol pero también una serie de puntos turísticos preciosos para los que como yo no seáis muy amigos de pasar el día vuelta y vuelta en la arena.
No podéis dejar de visitar El capricho, diseñado por Gaudí, el palacio de Sobrellanos, la universidad pontificia, o el cementerio con una fachada declarada Bien de interés cultural y que merece mucho la pena.



Además, os recomiendo que vayáis hasta el monumento del marqués de Comillas, desde dónde tenéis unas estupendas vistas y al lado encontraréis la casa del Duque, que aunque es privada es digna de ver porque parece sacada de una película de brujas.



Ya no me enrollo más y vamos al principal motivo de este post. Os voy a hablar de los sitios en los que comimos en Comillas.

En general y según nuestra experiencia, se come peor hacia la zona de la playa, por eso empezaré por un restaurante que nos encantó y está en el interior del pueblo.

La aldea: este restaurante está en el centro, en la calle aldea. De aspecto rural y modesto pero con una comida riquísima que nos encantó. Si hace bueno y tienes sitio, puedes comer en su terraza pero también tienen un comedor interior en la planta de arriba muy acogedor que es dónde estuvimos nosotros.

























El camarero fue muy amable y atento en todo momento y salimos encantados de allí.
Tiene una carta variada y todo lo que elegimos estaba buenísimo. Nos pusieron un entrante gratis mientas salían los platos que era un "paté" de atún y pimientos del piquillo muy suave.



Nos decidimos por compartir tres platos y un postre que fueron:

Ensalada de queso de cabra con crujiente de jamón sobre pasta brik.















































Pulpo a la plancha sobre crema de patata y pimentón.
























Tacos de atún marinados sobre ajo blanco.















































De postre, una mousse de chocolate blanco y negro con nata, y terminamos con un café e infusión y un chupito al que invitó la casa.











































En total pagamos 61,95€. Muy recomendable.

En la Plazuela los cantos hay diferentes cafeterías y bares para tomar algo y picar. Es un lugar con ambiente tranquilo pero muy agradable en el que pasar un buen rato. 

La tertulia: Nosotros tomamos una cerveza en la cafetería en la que también se podían pedir raciones pero que no probamos y no leímos muy buenas críticas. Nada destacable, terraza cómoda.

Cafetería Samovy: es un local con una terraza muy amplia. Pedimos una Coca cola, un café con leche y un croissant a la plancha con mantequilla y mermelada para tomar fuera y nos cobraron 4,4€, nada mal.

























Como curiosidad os diré que en esta plaza se encuentra la Churrería comillana, el peor local del año según los viajeros en Tripadvisor. Yo no me atreví a probarlo pero una amiga me comentó que es cierto.





Muy cerca de la plaza fuimos al Restaurante Filipinas (Calle los Arzobispos), que por lo que vimos es bastante famosillo. Es un bar con aspecto " de toda la vida" dónde mi chico desayunó un estupendo pincho de tortilla de patata y chorizo con un refresco y yo un zumo de naranja natural. Todo nos costó 6€. En el rato que estuvimos mucha gente pidió bocatas y alguna ración, por lo que puede ser una opción para comer sin muchas complicaciones.



















































En la zona más cercana a la playa, tenemos algunos bares para disfrutar de una bebida fría mientras tomamos el sol.
Uno de ellos es La caracola, probablemente con la mejor terraza de la zona. La verdad es que aunque no la probamos la comida no tenía una pinta demasiado buena (bastante fritanga), pero está bien para tomar una cerveza o una copa por la noche por su situación.














































La perla negra: no sentamos a tomar algo porque era pronto para comer pero teníamos hambre. Pedimos dos cervezas y una ración de patatas la perla negra (con salsa de queso, carne, bacon y guacamole). El resultado fueron unas patatas super grasientas, sin salsa de queso porque eran tranchetes un poco fundidos. Se salvaba un poco el guacamole. La cuenta fueron 10,30 €.

















































Sí, querida: Elegimos este restobar al lado de la playa (Calle Jesús Cancio) para comer porque es muy mono estéticamente (el salón interior es muy cuco) y él menú del día por 15€ sonaba muy bien. Además es de los pocos sitios en los que se puede reservar por la zona. 
Teníamos mesa reservada en la terraza a las 3 de la tarde y nos empezaron a servir a las 4 menos diez.


























No quiero ni pensar lo que hubiesen tardado si en lugar de un menú del día llegamos a pedir de carta.
La comida aunque no era para tirar cohetes no estaba mal, si nos hubiesen servido a tiempo os diría que es un sitio aceptable para comer pero no me parece normal que tardásemos 2 horas en comer un menú del día con esperas de 25 minutos entre platos.





































Por último, para terminar con buen sabor de boca, en la zona del palacio de Sobrellano (Calle Joan Martorell Montells) un restaurante precioso y con comida riquísima, La Gilda.
Tiene un salón pequeñito en el interior y una zona exterior preciosa donde cenamos por nuestro aniversario.



No tiene muchas mesas y en seguida se llenó, por lo que os recomiendo reservar.
La camarera fue encantadora y la comida estaba buenísima. Fue mi lugar favorito en Comillas. Además, parece que aceptan perros, porque la pareja que teníamos detrás tenía un schannauzer mini adorable.
Mientras esperábamos nuestra comida nos invitaron a un aperitivo de espárrago muy rico.

























Nos decantamos por compartir como entrante la ensalada La Gilda, que llevaba lechuga, pollo marinado, aliño de avellanas y kéfir casero. ¡De muerte!




Como plato principal mi chico pidió panceta al horno con y yo una hamburguesa de vaca con patatas de Valderredible. Lo acompañamos con una botella de Godello, Mara.





No nos pudimos resistir a compartir una tarta de queso con salsa de caramelo salado y terminar con un café.



La cuenta fue de 51€, un precio más que aceptable para la calidad de los platos. Sin duda, os lo recomiendo.

Y hasta aquí la ruta gastronómica por Comillas. Espero que os sea de ayuda si visitáis este rinconcito cántabro y si es así lo compartáis con quién queráis. ¡Nos leemos pronto!

2 comentarios:

  1. Se me ha quedado cara de póker al leer la espera para comer de dos horas... alguna vez me he sucedido, y cosas más subrealistas, jajaja, sitios para tachar.
    Por lo demás, tomo nota por si alguna vez nos dejamos caer en Comillas.

    ¡Un besote!

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    Respuestas
    1. Fue una pena porque el sitio era monísimo y la comida no estaba mal para ser menú del día pero...no compensa estar dos horas jajja. Los otros super recomendables :) Un beso!

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